Desde hace tiempo teníamos en mente realizar unas bolas
en forma de lágrima que habíamos visto en pinterest y en instagram.
Encontramos unas de cristal monísimas y carísimas,
no aptas para reciclar sino para adornar tal cual.
La mami de una de las dos que es fan del blog,
le apasiona la vuelta que le damos a todo lo desechable,
guardó las botellas de tinte sin amoniaco que ahora usa
(si alguien quiere saber la marca se lo diremos,
no hace falta hacer publicidad ji,ji),como nos conoce,
sabía que les sacaríamos provecho.
Como nietísimas de Diógenes que somos se nos saltaron los ojos
al verlas.
Con la forma de lágrima nos parecieron perfectas para nuestros
ansiados colgantes y sin gastar un euro!!!
Estamos in love con los moldes de pasta que hemos
ido adquiriendo poco a poco.
Lo primero una capa de imprimación para que la pintura no salte.
Con los moldes,pinturas,ceras...empezamos a dar forma a
los colgantes navideños.
Cuidado,cuidadin a las que no lo hayan probado la pasta de modelar
pegada con cola a las bolas se tiene que vigilar pues patina fácilmente
y puede que cuando miréis el resultado encontréis la moldura pegada
a la mesa y no a la bola,horrorrrr (lo decimos por experiencia aiii
Nos metimos de lleno y no podíamos parar hasta buscamos
unas bolas que teníamos guardadas y proseguimos con la tarea.
En una visita al rastro encontramos colgantes de cristal de lámparas
antiguas tirados de precio,
por supuesto nos hicimos con algunos.
Perfectos para el remate final.
¿Habéis reciclado algo para estas Navidades?
Contadnos!!!
Un beso y feliz semana
ADÉU