A veces nos da por retunear algún trabajo.
El caso es que nos cansamos de él, o cambian las modas.
Le damos una capa de pintura a la tiza.
Y buscamos un papel bonito.
Un pomo y unas molduras.
Después de todo las cosas sencillas se convierten en clásicas.
Así era antes y en aquel momento nos encantaba.
¿Será porque nuestra etapa rústica ya pasó?
Sinceramente nos gusta más ahora.En su primera vida era
una cajita de mantecados, y ya lleva dos vidas más como
cajoncito. ¿Tendrá siete vidas? A lo mejor dentro de un par
de añitos de damos otro cambio. Este no pudo ser más sencillo.
Con él nos uniremos al finde de Marcela
Gracias mil por leernos. Sois adorables.
ADÉU
Pero......que está pasando con los comentarios de éste fantástico blog??????
ResponderEliminarLos cajones son piezas preferidas para mí. Decorarlos y hacer trabajos especiales con ellos, me encanta. Éste vuestro me ha enamorado con esa moldura tan divina. Lo veo tan precioso.......
Muchos besos.
María